Es un comentario que a menudo se escucha en el mundo del karting: "esto antes no costaba tanto". Incluso en los últimos años se ha podido oír en boca de pilotos de F-1, como recientemente ocurrió con el dos veces campeón del mundo Max Verstappen. Pero ¿es cierto?
Más de un piloto de F-1 en los últimos años ha hecho referencia al aumento de costes en el karting, afirmando que si en la época en la que él comenzó a correr hubiera sido tan caro competir, seguramente no lo habría podido hacer durante mucho tiempo, ni progresar en su carrera deportiva después.
Más recientemente fue Max Verstappen, quien hizo referencia a esta cuestión al hablar ante la prensa sobre el lanzamiento de su equipo GT3, una idea que surgió con el equipo Redline en las carreras de simulación, "se trata de crear un trampolín desde las carreras de simulación hasta GT3, de modo que no tengas que pasar únicamente por el karting para entrar en los deportes de motor, porque cuesta mucho dinero en este momento", afirmó el actual campeón del mundo de F-1 a Motorsport.com. El sentido de la expresión utilizada por Max Verstappen no se presta a interpretaciones sesgadas: hoy en día, el karting es un deporte demasiado caro.
Cuando actualmente se hace referencia a los altos costes del karting, hay una comparación implícita que remite a hace unos treinta años, cuando el karting vivió una época dorada sin precedentes. De hecho, para algunos, el karting costaba menos, era más sencillo y divertido. Sin embargo, está muy extendida la opinión de que tal vez no se trate de costes puramente relacionados con el vehículo, porque si se examinan más detenidamente, esos karts requerían un mantenimiento frecuente y las averías mecánicas eran innumerables, pero está claro, sin embargo, que en aquella época los fines de semana de carreras eran fines de semana de verdad (consulta tu diccionario: fin de semana = sábado y domingo, punto) y no duraban 5 días, entre pruebas, entrenamientos libres y decenas de juegos de neumáticos y mecánicos a quien dar alojamiento y comida para una semana. Sin olvidar que en la actualidad, los calendarios están mucho más saturados de carreras, con un mayor número de pruebas a lo largo de la temporada (cada vez más extensas) en diferentes campeonatos, series y trofeos.
En resumidas cuentas, quizás aquel karting era un deporte con costes más elevados que otros, pero era más accesible, también en función de un contexto menos profesional y excesivo, que ha cargado los costes del karting actual, al menos de medio y alto nivel.