GONZALO SIEMPRE EN EL RECUERDO

- Special
Con su padre, Fernando Basurto, recordamos con cariño la figura de quien debe permanecer por siempre, en la memoria del karting.


El fallecimiento en 2017 de Gonzalo Basurto Movilla, de 11 años, conmocionó a nuestro deporte, dentro y fuera de España, quedando para siempre en la memoria. Un recuerdo que no debe caer en el olvido y que debe seguir vivo, principalmente a través de todos los que forman la familia del karting español.

Gonzalo, burgalés de Villarcayo, tuvo su primer contacto con el karting al volante de un kart de alquiler, como recuerda su padre Fernando "mi hermano había tenido kart anteriormente, y un día comentamos la posibilidad de comprar uno para Gonzalo y sus dos primos, ya que los tres habían probado antes los karts de alquiler, y se habían divertido mucho. Era un kart de segunda mano, con motor Comer, al principio lo compartían los tres en el circuito, pero al final acabó quedándoselo Gonzalo, y bueno, cuando creció su hermano, Mateo, también lo comenzó a coger".

Si el karting se quedó en una afición pasajera con los primos de Gonzalo, en su caso no fue así, cada vez se divertía más y pronto llegaron las primeras participaciones en pruebas de carácter social "en Villarcayo se hacían carreras sociales, y en ellas fue donde se inició Gonzalo, luego al año siguiente ya empezamos a correr en el Campeonato de Castilla y León, en la categoría Alevín, en 2015", recuerda Fernando, que veía como el karting era una pasión cada vez mayor para su hijo.

"Le apasionaba el karting, disfrutaba mucho en los circuitos. Aquí en Villarcayo también jugaba al fútbol, pero en el equipo sabían que si un domingo tenía carrera, ese día no podía contar con él, porque el karting era su prioridad, casi todos los fines de semana íbamos al circuito a rodar, daba igual si llovía o hacía frio...pasábamos mucho tiempo juntos. En su habitación, por ejemplo, no tenía pósters de futbolistas, ni de F1, tenía uno de Pedro Hiltbrand, de cuando ganó el campeonato del mundo y fotos de Miguel Noval en el CEK…le gustaba ver videos de carreras de karts en el ordenador, siempre se llevaba el casco y la ropa del karting a casa para ordenarla, así salía de casa ya con el buzo para ir al circuito”.

El kart era diversión y entretenimiento para Gonzalo, y su padre no recuerda ningún enfado si los tiempos o resultados no salían "en las primeras carreras sociales quedó el último, pero nunca se desanimó por ello, se divertía mucho, siempre estaba sonriendo, era muy alegre, disfrutaba mucho de las carreras y nunca se fue de un circuito disgustado, identificaba ir al karting a divertirse con sus compañeros. Cuando le tocaba salir en las tandas, siempre le gustaba salir el primero, así le pasaban e intentaba aprender de los otros pilotos...en alguna carrera decía, 'papá, hoy solo me han doblado los tres  primeros….'. No le gustaba que le dijera nada de como trazar o frenar, él interpretaba como que no lo hacía bien, por eso, para intentar mejorar,  yo le pedía a otros pilotos o padres que le ayudarían…”

Fernando, sigue vinculado al karting, ya que la familia vive muy cerca del circuito de Villarcayo, y Mateo, el hermano menor de Gonzalo, sigue montando en kart, "el circuito lo tengo a cuatro kilómetros de casa, casi que oigo el sonido de los motores. Con Mateo solemos ir los fines de semana, aún no ha corrido carreras, aunque él quiere, pero su madre y yo con todo lo que pasó con Gonzalo, creemos que aún es pronto...".

Entre las mejoras para la seguridad incorporadas al karting en los últimos tiempos, Fernando valora las barras antivuelco, que adoptan por ejemplo, los kart del Academy en el CEK, así como en la equipación de los pilotos. "La barra antivuelco está bien siempre y cuando el piloto esté sujeto al asiento, yo creo que es más seguro si el piloto no sale despedido, por el riesgo de que otro kart te arrolle o te caiga el kart encima, como le pasó a Gonzalo. También los costillares han mejorado mucho, ahora protegen más el pecho, pero hay zonas como la de la espalda que siguen siendo vulnerables en caso de que el piloto salga despedido del kart".

Aunque Fernando asume los riesgos (cada vez menores gracias a todo los avances en seguridad) que como todos los deportes del motor tiene el karting, lamenta sin embargo que la tragedia de Gonzalo, suma de un cúmulo de factores que resultaron fatales, no haya servido para cambiar las cosas a mejor. "El accidente de Gonzalo básicamente ni se estudió, por lo que pocas conclusiones para mejorar la seguridad se pueden sacar, más allá de usar la lógica de minimizar riesgos, que se deben evitar obstáculos que hagan elevarse los karts, como objetos en los arcenes, pianos demasiado elevados, badenes de goma, bananas disuasorias o como lo quieras llamar…, en los circuitos, los kart están hechos para rodar sobre el asfalto, cualquier obstáculo que se encuentren, los pueden hacer elevarse por el aire. Para mí sería muy importante que lo que le pasó a Gonzalo, sirva para algo, que se aprendiera y que sirva para mejorar la seguridad, que sirva de experiencia lo que pasó, y que a ningún crío le vuelva a pasar eso".

La familia Basurto recibió desde el primer momento, el afecto y cariño de los aficionados e integrantes de nuestro karting, y lo sigue recibiendo, "el cariño que hemos recibido y seguimos recibiendo del mundo del automovilismo en general y del mundo del karting en particular es impresionante, quizás porque fue en el Circuito Museo Fernando Alonso y eso mediáticamente lo multiplicó, ese cariño ha sido determinante para que mi mujer y yo podamos seguir adelante, estas cosas no se superan, aprendes a convivir con ellas".

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