No podemos decir que el Kart sea un invento nuevo, pero tampoco tan antiguo, ya que nació en 1956, por lo que tiene recién cumplidos 60 años.
NACIMIENTO
Comenzando por el origen del nombre, este deriva del término inglés "cart" (carro en inglés), posteriormente la "C" se convirtió en "K" como nota distintiva, ya que el kart se inventó en los Estados Unidos y allí la letra K es muy utilizada.
Como sabemos, el Kart a veces es también llamado Go-Kart. En España principalmente se ha usado para referirse a los karts de alquiler, aunque en otros países se usa indiferentemente de la misma forma que el término "kart". El término "Go-kart" se debe a que ese era el nombre de la compañía que comenzó a fabricar y comercializar a cierta escala los primeros kart en los años 60 en EEUU: Go Kart Manufacturing Company, In.
Volviendo unos años atrás, en concreto a 1956 sin movernos de los Estados Unidos, encontramos en Glendale (California) a quien es considerado el padre del kart: Art Ingels. Éste decidió ensamblar cuatro tubos soldados entre sí, les añadió un volante, un freno de palanca, un asiento, un motor de una máquina corta césped abandonada (marca West Bend) y cuatro ruedas de un carrito utilizado para transportar objetos, dando vida al primer Kart comercial de la historia.
Aunque el "minibólido" poco tendría que ver con los kart sofisticados de la actualidad, sobre todo en cuanto a prestaciones, ya que apenas superaban los 50 km/h, seguramente los primeros pilotos de la época disfrutaban tanto como los de hoy, ya que pronto se construyeron otros artefactos a los que se aplicaron mejoras técnicas y adaptaron motores más potentes, para dar paso a las primeras carreras que se disputaban en amplios parkings para coches.
Hicieron falta algunos años más, para que esos primeros kart siguieran mejorando y popularizándose lo suficiente para que se disputaran las primeras carreras "en serio". Fue en 1959, en la isla de Nassau (Bahamas) cercana a Florida, donde se disputó la primera competición internacional que algunos podrían considerar, siempre de manera no oficial, la primera Copa del Mundo Karting.
DESEMBARCO EN EUROPA
El karting llegó al viejo continente en 1957, a Italia. Bueno en realidad el primer kart llegó antes a Londres, Inglaterra, donde un joven noble italiano llamado Nicolò Donà Dalle Rose viajó para tomarlo y llevarlo consigo a Italia para divertirse con sus amigos. Hizo sus primeras pruebas en pista en Milán, en el circuito de Monza.
Cuando todos sus amigos vieron aquel minibólido y lo probaron quedaron inmediatamente enamorados, tal es así que todos querían uno, y el conde Donà decidió levantar una fábrica para empezar a producir y vender karts con motores americanos de cortacésped West Bend o MacCulloch. La iniciativa fue un verdadero éxito y con el tiempo Italia se convirtió en la meca de la industria del karting. Marcas como Tecno en chasis y Parilla en motores, fueron las primeras en lograr establecerse en el sector en la década de los 60. Francia e Inglaterra fueron en esos años los países donde junto con Italia, mayor aceptación tuvo el karting en Europa
PRIMEROS PASOS EN ESPAÑA
En España el karting tuvo un desarrollo más lento respecto a Italia y otros países europeos, y también un desembarco más tardío, aunque no tanto como se podría pensar. Ya a finales de los 50 en Madrid, Demetrio del Val, un apasionado de la motocicletas y que había conocido aquellos "karts" durante un viaje a los Estados Unidos, habló de éstos a Ramón López Villalva, empresario y preparador quien en el garaje de su casa y gracias a los conocimientos adquiridos con sus estudios superiores de mecánica construyó un kart al que acopló un motor de Montesa y ruedas de Vespa. Ese y otro que paralelamente construyó el catalán Jordi Estela en el velódromo Mostajo de Barcelona, fueron los primeros karts fabricados en nuestro país.
Ya en los años 60 Ramón López comenzaría a fabricar chasis de karts para su posterior comercialización, dando lugar a la primera marca de chasis española de karts, Hispakart, propulsados con los citados motores de cortacésped MacCulloch (después también Bultaco 250cc de moto entre otros).
En los 60 se celebraron también las primeras carreras en España, al tiempo que aparecían los primeros pilotos como Jorge Fuentes o Alfonso García Galán que se convertirían en importantes precursores del karting en España.
Sin embargo la industria del karting en nuestro país nada tenía que ver con Italia, y nunca se produjo el crecimiento y expansión del país transalpino, por lo que durante las siguientes décadas el material con el que se practicaba el deporte en España era importado casi en su totalidad de Italia.
Pero no todo, ya en la década de los 70 en Tarrasa, Miguel Tapias construyó sus chasis MTK (Miguel Tapias Kart) marca que con el tiempo dio paso a la desaparecida Arisco, una de las marcas que más huella dejaron en nuestro deporte, la cual además de chasis, fabricó motores que con la preparación del prestigioso Faluga y en las manos de pilotos como Jordi Surrallés o Gerard Batalla, lograron poner contra las cuerdas a las todopoderosas marcas italianas en más de una ocasión. Al igual que Seijokart, otra marca española creada en Galicia por José Benito Seijo y que mantiene hasta la actualidad desde su creación en 1987.
Tras un largo paréntesis de cierto letargo industrial en el sector nacional, en 2015 irrumpía con fuerza en el panorama kartístico español EKR, la última de las marcas españolas de chasis creadas en nuestro país, fundada por Antonio Martínez Carrasco y con su producción establecida en Fuenlabrada, Madrid.